Escritura Secreta


Hace 1700 años, las mujeres chinas carecían de educación formal y vivían sometidas en casa de sus padres y luego de sus maridos.
Expulsadas del idioma “de los hombres”, deciden inventar un idioma propio, el Nushu, que en chino quiere decir escritura de mujeres.

Esta lengua se expandió entre madres e hijas, entre amigas, vínculos más fuertes que la sangre misma. “Hermanas de juramento” que repartieron los mensajes cotidianos, las emociones, los deseos y sueños.

La habitación de arriba es a donde estas mujeres estaban destinadas a pasar la mayor parte de sus vidas. Es desde ésta restricción de donde nació la libertad de un idioma que sobrevivió más de mil años en la clandestinidad.
 
Traducción de Canciones Nushu
 
1
En la antigüedad, el destino era cruel con las mujeres, sus pies permanecían siempre atados, eran esclavizadas por el matrimonio, rechazadas en las escuelas y por la sociedad.
Sólo con nuestra propia escritura nushu podíamos compartir nuestras historias secretas.

2
En mi ático, escribo en nushu y se cuenta las historias de una viuda en un abanico….

3
Nuestras hermanas deben permanecer en el ático, los hermanos pueden ir al gran salón y pueden estudiar. Nosotras bordamos miles de diseños y nuestros hermanos leían miles de libros

4
Supe que eres una mujer noble como algunas otras en este mundo
Si tu corazón se eleva como el mío, debemos convertirnos en una sola
Me siento muy feliz de que me sientas como a una hermana
Encontrémonos en el templo de la Diosa y los espíritus divinos se reunirán con nosotras.

5
Te veo enjabonar con bayas de montañas, te veo recoger las bayas para lavar las ropas.
Después que yo las almidone y las seque, ¿puedes regresar a ponértelas?

6
Te visitaré cuando quieras, no le temo ni a las quemaduras del sol ni a la lluvia.
No te abandonaré nunca a menos que las piedras florezcan

7
En el verano, enseñábamos el bordado
Tan brillante, los picos se pintaban de rojo
Un par de aves fénix volando sobre el océano cantábamos fuerte y nos elevábamos al cielo.

8
Cuatro huevos rojos presagian el compromiso
Su familia se llena de alegría
Y yo pierdo las esperanzas
Mi papel rojo permanece guardado en su armario y no hay nada que pueda cambiar el destino.
Estoy harta de mis padres por haberme comprometido con un hombre.

9
Cuatro pollitos de oro cantan al amanecer,
Cantan “¡no te vayas!”

10
oh, madre, tendré que dejarte

11
A los hombres les gusta la ropa imperial, a las mujeres les gusta el ave fénix.
Tu pie se arrastra en un camino “lleno de flores” por el peso de un corazón triste.
Mis días se hicieron sombríos y por días no pude comer.
Mi padre me preguntaba que pasaba y le decía que mi hermana jurada había partido

12
Te doy la bienvenida en el libro del tercer día.
Qué tristeza que se haya acabado tu infancia
Sola en el ático, las lágrimas caen por el odio hacia la mala costumbre del Emperador
Si pudiéramos dirigir nuestras propias vidas nunca nos separaríamos

13
cuando subo las escaleras, suspiro aliviada
no puedo comenzar sin agarrar la aguja
para una mujer todos los caminos se quemaron
solo una urna acabara con mis problemas

14
el viento de la mañana me congela de frío
las almas le tienen terror al día
mis hijos lloran de hambre
no tengo arroz para cocinarles
mirando la mesa vacía

15
Te envío esto escrito en nushu para que te sientas mejor
Es muy triste que tu esposo haya muerto…
Solamente la tragedia te persigue
Mi hermana podrá ser fuerte

16 (hombre Yao)
Pan wo fundo nuestra nación y también creo todas nuestras montañas y nuestros ríos. La tercera hermana Liu creo los libros para escribir las canciones y en todos nos contó las historia de nuestra población del pueblo Yao

Textos del libro “El abanico de seda”


Recogimiento
Tengo ochenta años y soy lo que en nuestro pueblo se denomina “una que todavía no ha muerto” una viuda. Sólo me interesa el pasado.
Por fin puedo decir lo que debía callar cuando era niña.
No tengo nada que perder y pocos a los que ofender.
Mis virtudes y mis defectos, a menudo coinciden.
desde niña sabía que no me correspondía ser amada
Deseo injustificado causa de todos mis problemas.
Intenté no defraudar las expectativas de mi familia, tener los pies mas pequeños del condado, dejé que me los vendaran porque, al romperse, los huesos adquieren una forma mas hermosa.
cuando creía que ya no soportaría mas el dolor, mi madre me hablaba al oído, animándome a aguantar una hora más, un día más, una semana más, y me recordaba la recompensa que obtendría si no desfallecía.
así me enseño a soportar no sólo el sufrimiento físico, que comportaba el vendado de los pies, sino el dolor más tortuoso, del corazón, la mente y el alma.
Teng ai: clase de madre que señala defectos y enseña a utilizarlos para que resulten provechosos.
Los vendajes cambiaron no solo la forma de los pies, sino también mi carácter.
Cuando tenía cuarenta años, la rigidez de mis vendajes habían pasado de mis lotos dorados a mi corazón, y este se aferraba con tanta fuerza a injusticias y agravios del pasado que no permitía perdonar a los que quería y me querían
Mi única rebelión llego con el nushu, la escritura secreta de mujeres
Mi lao tong, mi alma gemela. Compañera de escritura secreta
Ahora entiendo que estuve ciega muchos años
He pasado toda mi vida en las habitaciones del piso de arriba, reservadas a las mujeres.
Se muy poco del reino del exterior. He oído a los que hablan de impuestos, sequías levantamientos, pero esos asuntos son ajenos a mi vida.
De lo que yo entiendo es de bordar, tejer y cocinar, de la familia, de mi esposo, de mis hijos, y bisnietos y de nushu.
El curso de mi vida ha sido normal, años de hija, años de cabello recogido, años de arroz y sal y por ultimo de recogimiento
Sola con mis pensamientos frente a este abanico, en él están registradas muchas penas y alegrías.
LOS recuerdos pasan a toda velocidad ante mis ojos
Mensaje del abanico el 1º.  Me han dicho en vuestra casa de buen carácter y hábil en las tareas domésticas.
Esa niña y yo nacimos el mismo año y el mismo día. ¿no podríamos ser almas gemelas?
Para mi el amor era una posesión tan valiosa que no podría compartirla con nadie más.


Años de hija  
vine al mundo el quinto día del sexto mes del tercer año del emperador Pao guan. Puwei mi pueblo natal es en jon gming, el condado de la luz eterna. La mayoría de su población desciende de la temía yao. Gracias a los recitadores que visitaban Puwei cuando yo era pequeña, supe que los yao se establecieron en esta zona hace 1200 años, durante la dinastía Tang, pero que la mayoría de las familias llegaron un siglo mas tarde huyendo de los ejércitos mogoles que invadieron el norte. Aunque los habitantes de nuestra región nunca han sido ricos, pocas veces habíamos sido tan pobres como para que las mujeres tuvieran que trabajar en el campo.
Éramos de la rama familiar YI. Mi tío arrendaba 7 mou de tierra.
En el piso de arroba había una habitación donde se reunían las mujeres y dormían las muchachas solteras de la familia.
El suelo era de tierra apisonada y nuestros animales vivían con nosotros
Nunca me puse a pensar si era una niña feliz o me lo pasaba bien. Era una niña mediocre que vivía con una familia mediocre en un pueblo mediocre.
Desperté con una especie de comezón en el cerebro.
Hermana mayor, hermana tercera. Hermana tercera era un año menor que yo, la consideraba tan insignificante que no merecía siquiera que pensara en ella.
Todas ansiábamos que madre se fijara en nosotras. Todas competíamos por la atención de padre.
Todas confiábamos para un rayo con hermano mayor, por ser el primer hijo varón era la persona más valiosa de la familia.
(…)
Triste resignación un sentimiento se apoderaba de mi hermana cuando se casara y se marchara de casa.
Refrán que expresa que los guapos se casan con guapos y los inteligentes con los inteligentes.
Una pareja perfecta porque ambos eran feos.
Sus dientes parecían rosas de bordes irregulares asomando de una cueva (…)
Tenía los pies pequeños debían medir unos 14 cm. de largo, el doble de lo que acabarían midiendo los míos.
Por esa razón mi tía según el pueblo no pudo tener hijos varones. Cada día contagiaban felicidad con quienes se reunían con ellos.
Mi madre no se daba cuenta de mi presencia en la habitación.
La melancolía se apoderó de mí y borró la alegría. Dejar de sentirse invisible.
Ninguna importancia. Como todas las niñas carecía de valor.
No tenía sentido que mi madre pierda tiempo conmigo.
Me miraba como una madre mira a su hijo: como una visitante de paso. Yo no era más que otra boca que alimentar.  

lo abro con una sacudida y el sonido de los pliegues al desdoblarse me recuerdan a los latidos del corazón.